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¿Examinaste detenidamente las imágenes y videos ganadores de los Premios de fotografía ԹϺ 2025 y deseas ver más? Tienes suerte. A continuación, disfruta de los ganadores de las menciones honoríficas de cada categoría, todos seleccionados por nuestros jueces expertos tras evaluar las candidaturas anónimas. Algunas fotos destacan momentos majestuosos o carismáticos de las aves. Otras, como la mención honorífica del premio de Conservación, retratan situaciones difíciles y nos llaman, como observadores, a proteger a las aves de las amenazas cotidianas que enfrentan.
Al igual que nuestros ganadores, los finalistas se dividen en categorías en dos concursos: uno para fotógrafos y videógrafos que residen en Estados Unidos y Canadá y otro para aquellos de Chile y Colombia. Para ti, eso se traduce en las imágenes más impresionantes tomadas en todo el hemisferio occidental, dondequiera que residan las aves.
Para disfrutar de las imágenes y videos ganadores, haz clic aquí.
Los jurados otorgaron premios distintos en cada uno de los dos concursos. Haga clic en los siguientes enlaces para ver la lista completa de a) los premios de Chile y Colombia y los miembros del jurado y b) de EE. UU. y Canadá y los miembros del jurado. A continuación, se presentan los menciones honoríficas de ambos concursos. Agradecemos a todos los jueces que evaluaron miles de postulaciones anónimas.
HX Expeditions
Panacea
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Cuervo común
Nombre científico: Corvus corax
Ubicación de la imagen: Condado de Monterey, California, Estados Unidos
á: Canon EOS R7 con una lente Tamron SP 150-600 mm f/5-6.3 Di VC USD G2 a 450 mm y un adaptador de montura Canon EF-EOS R; 1/800 de segundo a f/8; ISO 6400
El detrás de cámara: cada vez que mi mamá se va de viaje por trabajo, la acompaño para poder observar aves donde quiera que vaya. En un viaje a California, fuimos al Pfeiffer Big Sur State Park al amanecer con la intención de fotografiar cóndores de California, que son relativamente abundantes en esa zona. En cambio, encontré un par de cuervos comunes en una parada. La pareja saltaba de roca en roca, sin separarse nunca uno del otro. No mostraron miedo cuando me acerqué, aparentemente curiosos por mi cámara. Se acicalaron las plumas y se acurrucaron juntos en la suave luz de la mañana. Su vínculo parecía ser tan estrecho como cualquier relación humana, y sus comportamientos transmitían la aguda inteligencia de los córvidos. Cuando el sol finalmente salió sobre los acantilados marinos, se fueron y reanudé mi búsqueda de cóndores.
Costumbres del ave: las culturas indígenas de todo el hemisferio norte han admirado a los cuervos comunes durante milenios. Los científicos modernos también los admiran. Se las considera una de las aves más inteligentes, con un nivel de conciencia que parece inquietantemente humano. Los miembros de una pareja de cuervos apareados permanecen juntos en todas las estaciones, buscando alimento de manera cooperativa e incluso participando en juegos activos. Ambas aves a menudo se posan muy juntas y se acicalan mutuamente, un comportamiento llamado acicalamiento mutuo, lo que probablemente ayuda a fortalecer su vínculo.
Opinión de la jueza (Sabine Meyer): es difícil no humanizar esta encantadora captura de dos cuervos comunes. La pareja parece unirse discretamente como compañeros en una relación cómoda, con la mirada centrada, cada uno perdido en sus propios pensamientos. La exposición es perfecta, con luz en ambos ojos, y el brillo aterciopelado de sus plumas se mezcla como una capa majestuosa.
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Zambullidor común
Nombre científico: Podilymbus podiceps
Ubicación de la imagen: Darién, Valle del Cauca, Colombia
á: Canon EOS Rebel T7 con una lente Sigma 150-600 mm f/5-6.3 DG OS HSM Contemporary a 600 mm; 1/800 de segundo a f/6.3; ISO 1600
El detrás de cámara: había estado todo el día en el lago Calima, y era un día especial. Estaba usando mi nueva lente por primera vez, que había comprado con el dinero que gané haciendo una rifa y vendiendo mi PlayStation y un trampolín que teníamos en casa. Con el viento soplando, me estaba agachando cuando de repente, un zambullidor común que se sumergía en busca de alimento capturó mi atención. Poco a poco, se fue acercando hasta quedar a solo unos metros de distancia. Ya eran las seis de la tarde, por lo que conseguir la iluminación adecuada era cada vez más difícil. Pero entonces, el pájaro se retorció y sus plumas húmedas se esponjaron. Sabía que tenía que tomar una foto. Cuando vi los resultados, sentí que el esfuerzo –la rifa, las ventas, el tiempo que pasé ese día– valió la pena.
Costumbres del ave: los zambullidores comunes son maestros de la vida acuática. Para nadar bajo el agua, pueden sumergirse de cabeza, o hundirse gradualmente, a veces deteniéndose solo con la cabeza fuera del agua. Ajustan su flotabilidad en parte gracias al hábil control de la cantidad de aire o agua que atrapan las plumas de su cuerpo. También usan sus plumas para un propósito más sorprendente: se las comen. Los adultos comen muchas de sus propias plumas durante todo el año y se las dan de comer a sus crías. Estas plumas pueden ayudar a proteger el revestimiento del estómago de los zambullidores comunes de las espinas de los peces y otros objetos afilados.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): La mirada directa del zambullidor genera una conexión emocional inmediata con el espectador. A pesar de su aparente simplicidad, la imagen transmite una sensación de calma y curiosidad, mostrando una comprensión notable del comportamiento animal en en un momento íntimo.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Playero blanco
Nombre científico: Calidris alba
Ubicación de la imagen: Halibut Point State Park, Massachusetts, Estados Unidos
á: Canon EOS R6 Mark II con una lente Canon RF-S 18-150 mm f/3.5-6.3 IS STM a 18 mm; 1/2 segundo a f/10; ISO 100
El detrás de cámara: cientos de playeros blancos acudieron en masa a la costa rocosa para alimentarse. El intenso oleaje combinado con el enorme grupo de aves que correteaban para evitar las olas rompientes me llevó a usar un gran angular mientras me tumbaba en el suelo con mi cámara. Quería capturar la naturaleza dinámica de la escena, así que reduje la velocidad de obturación a 0,5 segundos. Esperé a que se acercaran las olas para que los playeros blancos reaccionaran y se movieran en el encuadre. Necesitaba capturar a las aves paradas durante la mitad del tiempo que el obturador estaba abierto, pero las aves tenían que moverse durante la otra mitad. Si se movían demasiado rápido, quedarían borrosas; si lo hacían demasiado lento, no captaría su movimiento. Me quedé lo más quieto posible y disparé tantas veces como pude. Finalmente, llegó el momento perfecto.
Costumbres del ave: los playeros blancos son aves extremas. Casi todos sus sitios de reproducción se encuentran al norte del Círculo Polar Ártico, en la tundra abierta. Pero cuando parten de estas regiones remotas, pueden volar a las costas de prácticamente cualquier parte del mundo y pasar el invierno a lo largo de las costas desde Japón, Inglaterra y Canadá hasta los confines meridionales de Australia, África y América del Sur. Allí se concentran en el borde cambiante del agua, donde las olas rompen en las playas o las rocas. Corriendo de un lado a otro, los playeros blancos atrapan pequeños invertebrados que dejan atrás las olas al retirarse.
Opinión del juez (Lucas Bustamante): me encanta esta imagen, porque nos da esa sensación ideal de marea, nubes y aves marinas. El fotógrafo hizo un trabajo extraordinario al elegir luz subexpuesta y una velocidad de obturación ideal para dar una sensación de movimiento, tanto de las olas como de las aves, mientras las mantenía relativamente nítidaas. Las olas y las aves parecen moverse juntas. Para mí, esta foto representa la naturaleza salvaje en su máxima expresión.
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Pitotoy grande
Nombre científico: Tringa melanoleuca
Ubicación de la imagen: Chía, Cundinamarca, Colombia
á: Sony Alpha 7R IV con una lente Sony FE 200-600 mm f/5.6-6.3 G OSS a 600 mm; 1/1000 de segundo a f/10; ISO 500
El detrás de cámara: era principios de febrero y fui a caminar a uno de los lagos cerca de mi casa en Chía. Bajo el sol esporádico de la mañana, entre una variedad de aves acuáticas, vi una especie poco común que solo se puede ver aquí durante la temporada de invierno de América del Norte. El ave playera, también conocida como greater yellowlegs en el norte y pitotoy grande en el sur, estaba cazando. El pájaro se movió rápido, pero pude capturar un momento sereno. Los techos de las casas de los alrededores teñían el agua de rojo y delicadas ondas doradas rodeaban al pájaro. El pitotoy grande es una especie tímida, así que tuve suerte de conseguir varias fotos.
Costumbres del ave: la mayoría de los miembros de la familia de los andarríos tienden a ser sociables. Algunos se reúnen en bandadas densas durante la migración y la temporada no reproductiva, alimentándose de pequeños organismos que abundan en las planicies de marea. Pero el pitotoy grande es todo lo contrario. Por lo general, solitario o en bandadas muy pequeñas, vadea en aguas poco profundas para perseguir presas más dispersas, incluidos insectos acuáticos grandes y peces pequeños. Se reproduce en estanques dispersos en el bosque boreal en el sur de Alaska y el centro de Canadá, y se extiende a los sitios de invernada desde el sur de los Estados Unidos hasta el extremo sur de América del Sur.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): El ave solitaria, enmarcada por las líneas doradas del agua, crea una composición armoniosa y equilibrada que transmite calma y elegancia. Esta fotografía nos habla de la belleza de lo simple y del papel esencial del agua como espacio de encuentro y tránsito para las aves migratorias.
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Pato de torrentes
Nombre científico: Merganetta armata
Ubicación de la imagen: Villamaría, Caldas, Colombia
á: Sony Cyber-Shot DSC-RX10 IV con lente fija de 24-600 mm a 111 mm; 1,6 segundos a f/16; ISO 64
El detrás de cámara: siempre me ha fascinado la belleza y la agilidad del pato de torrentes en el agua, y quería retratar el hábitat de la especie con un estilo minimalista. Quería usar las rocas del río para dirigir la mirada del espectador hacia el pájaro hembra y decidí darle al agua un efecto sedoso para agregar un toque interesante. Solo podría conseguir esta toma sentándome pacientemente. Con mi trípode instalado cerca de donde duermen los patos, evité el más mínimo movimiento y esperé, camuflado, durante unas dos horas. Jorge Osorio, mi guía en la aventura, se preguntaba por qué seguía tomando fotos después del atardecer, con la luz más tenue. Más tarde, le mostré los resultados de mi experimento: el hábitat del pato de torrentes, un río abundante y caudaloso, retratado con calma y suavidad.
Costumbres del ave: solo unas pocas especies de patos están adaptadas para vivir en arroyos caudalosos. Los bien llamados patos de torrentes, habitantes de los Andes desde Venezuela hasta Argentina, son los mejores ejemplos. Prefieren los desfiladeros empinados y estrechos, sumergiéndose y nadando debajo de la superficie donde las aguas saltan y caen sobre las rocas del lecho del arroyo. Sus patas grandes y piernas fuertes los impulsan a través de la rápida corriente, mientras que sus colas largas los ayudan a dirigirse. Las crías de los patos de torrentes entran rápido en su turbulento mundo: son capaces de nadar de manera experta a las pocas horas de nacer.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): una fotografía llena de sutileza y movimiento. La textura sedosa del agua en contraste con las rocas estáticas y el pequeño pato resistiendo la corriente, genera una atmósfera de fuerza y resiliencia. La escena transmite la fragilidad y al mismo tiempo la tenacidad de la vida silvestre.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Cóndor andino
Nombre científico: Vultur gryphus
Ubicación de la imagen: Parque Nacional Torres del Paine, Magallanes y Antártica Chilena, Chile
á: Sony Alpha 7 III con una lente de 200 mm f/2.8 II; 1/1000 de segundo a f/8; ISO 250
El detrás de cámara: pocas fuerzas de la naturaleza inspiran tanto respeto como el clima indómito de la Patagonia, una vasta zona salvaje azotada por el viento donde reinan los elementos. En ninguna parte es más evidente este poder primitivo que en los Cuernos del Paine, una serie de picos irregulares en forma de cuernos que se elevan desafiantes desde el corazón del parque más famoso de Chile. El viento me azotaba los ojos y las manos expuestas mientras levantaba la vista para ver un cóndor andino volar por encima de los imponentes picos cubiertos de hielo. Con inmensas alas que miden más de tres metros, las más anchas de cualquier ave rapaz, este antiguo gobernante de alturas indómitas navegaba con maestría por las turbulentas corrientes térmicas, donde solo los audaces se atreven a aventurarse.
Costumbres del ave: el cóndor andino, la especie de buitre más grande de América, se extiende a lo largo de los Andes, desde el oeste de Venezuela (donde ahora es poco común) hasta el extremo sur de Chile y Argentina. Vuela por todas partes sobre el campo más abierto, buscando la carroña de la que se alimenta; las altas montañas por encima de la línea de árboles constituyen gran parte de su hábitat. Pero hacia el sur desciende a las llanuras cubiertas de hierba de las tierras bajas y a la costa, donde varios cóndores pueden reunirse para alimentarse de focas, ballenas u otros mamíferos marinos muertos que han sido arrastrados hacia la costa.
Opinión del juez (Evan Barrientos): el asombro que se siente en las montañas nevadas es difícil de describir, pero esta foto lo demuestra. Para mí, este es un retrato de la poderosa belleza de los Andes. Me encanta la nieve que se desprende de la montaña, el giro de la cresta y cómo conduce hacia el cóndor. La foto también es un ejemplo de cómo es posible tomar excelentes fotos de aves desde la distancia. .
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Chuncho austral
Nombre científico: Glaucidium nana
Ubicación de la imagen: Coyhaique, Aysén, Chile
á: Canon R6 con un Sigma EF 150-600 mm F5-6.3 DG OS HSM a 150 mm | Lente deportiva y un adaptador RF a EF; 1/400 de segundo a f/8; ISO 3200
El detrás de cámara: estaba caminando por una zona boscosa de Fundo Panguilemu, una granja regenerativa de propiedad familiar junto al río Simpson, mientras enseñaba a un grupo de estudiantes. Una de sus tareas era fotografiar un animal usando ciertas reglas de composición, y me uní a ellos en el campo para enseñar con el ejemplo. Era invierno, así que el anochecer llegó temprano. La visibilidad estaba disminuyendo rápidamente cuando vi un pájaro pequeño pero robusto volando por encima. Su perfil era inconfundible: ¡un chuncho! El pájaro se posó en una rama espinosa, lo cual era interesante de por sí, y el contraste entre los escaramujos de color rojo intenso del arbusto y el tono azulado de la puesta de sol hizo que la escena fuera aún más atractiva. Sin embargo, la luz cambiante dificultó la toma. Rodeé el arbusto y encontré un marco natural para encerrar al mochuelo, que ya estaba hinchando sus plumas contra el frío de la noche.
Costumbres del ave: como grupo, los chunchos están muy extendidos, con alrededor de dos docenas de especies dispersas en los cinco continentes, aunque rara vez se encuentran más de una o dos especies en un mismo lugar. Muy pequeños (como su nombre indica) y a menudo activos durante el día, cazan pájaros pequeños, roedores, insectos grandes, lagartijas y otras criaturas, buscando presas y luego atacando con vuelos cortos y rápidos. El chuncho austral es el único representante en el sur de América del Sur, donde es común en bosques de hayas y otros bosques abiertos, e incluso llega a los parques de la ciudad.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): esta composición delicada y encantadora cautiva por sucontraste entre los colores cálidos del fondo y el pequeño chuncho en primer plano. La belleza muchas veces se encuentra en los detalles más sutiles del entorno.
Concurso: Chile y Colombia
Especies: Loro alinaranja y loro cabeciazul
Nombre científico: Amazona amazonica y Pionus menstruus
Ubicación de la imagen: Yalí, Antioquia, Colombia
á: Nikon D7500 con una lente Tamron de 150-600 mm a 600 mm; 1/1600 de segundo a f/6.3; ISO 1600
El detrás de cámara: al crecer, mi familia tenía un loro cabeciazul como mascota. Hoy, lo recuerdo como una lección: incluso sin malas intenciones, los humanos pueden amenazar la integridad de los animales salvajes. En 2024, observé un loro de la misma especie posado en una palmera muerta. Una mañana, escuché vocalizaciones inusuales y vi un par de loros alinaranjas merodeando. De repente, los nuevos visitantes comenzaron a sacar al loro cabeciazul, que había regresado al nido, de un agujero en el árbol. La confrontación fue breve pero intensa, y el loro cabeciazul fue expulsado de la grieta. Mi imagen refleja la fuerza, adaptabilidad y complejidad de estas aves, que, lejos de las jaulas, deben luchar por sobrevivir en la naturaleza.
Costumbres del ave: las muchas especies de loros en América del Sur pertenecen a varios grupos distintos. Por ejemplo, el loro alinaranja es una de los llamados amazonas (género Amazona), reconocidos por sus aleteos rígidos y poco profundos en vuelo, mientras que el loro cabeciazul representa el género Pionus, aves más pequeñas con aleteos profundos y voces estridentes. Una cosa comparten: como la mayoría de los loros, dependen de las cavidades de los árboles para sus sitios de anidación. La competencia por los sitios principales puede ser intensa, como con estas dos aves peleando por un agujero en una palmera espinosa.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): esta fotografía captura una escena dinámica y difícil de documentar. Transmite movimiento, comunicación y el uso del hábitat arbóreo. La composición refleja una gran paciencia y un excelente momento, lo que la hizo merecedora de una mención especial.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Picogordo degollado
Nombre científico: Pheucticus ludovicianus
Ubicación de la imagen: Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos
á: Nikon Z9 con una lente NIKKOR Z 600 mm f/6.3 VR S; 1/640 de segundo a f/6.3; ISO 1000
El detrás de cámara: una mañana de octubre, en pleno apogeo de la migración de otoño, me uní a un club de observación de aves local en un paseo por Prospect Park. Nos detuvimos junto a un estanque sombreado con un cornejo en flor al lado. Este picogordo degollado, una de las aves migratorias más emocionantes del otoño, se posó entre las hojas rojas otoñales mientras se deleitaba con las bayas rojas brillantes. Estaba justo frente a nosotros, pero no parecía darse cuenta ni preocuparse por nuestra presencia, centrándose únicamente en esas bayas. Todo el encuentro fue una experiencia fascinante, y supe de inmediato que tenía una foto que transmitiría la emoción de observar a este pájaro.
Costumbres del ave: el gran pico del picogordo degollado parece perfecto para abrir semillas. Y así es, los picogordos a menudo visitan los comederos de pájaros durante la migración de primavera para comer semillas de girasol. Pero a lo largo del año, esta ave tiene un menú bastante variado. Come muchos brotes, flores y semillas. Durante la temporada de reproducción a principios del verano, más de la mitad de su dieta puede consistir en insectos como escarabajos y orugas. En otoño se centra en frutas y bayas, quizás para alimentarse mejor para su migración hacia el sur, hacia los trópicos.
Opinión de la jueza (Marlene Pantin): este primer plano tomado en otoño capta la importancia de las plantas nativas como sustento de las aves en todas las estaciones. Los cornejos en flor con bayas rojas brillantes persisten durante el otoño e incluso hasta el invierno y los disfrutan las especies migrantes de otoño, como este picogordo degollado. El fotógrafo hace un trabajo asombroso al captar la exhibición acrobática y retorcida de esta ave para alcanzar su premio. Me encantan las vetas de color de las plumas como un contraste sorprendente con las hojas moradas caídas.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Carpintero bellotero
Nombre científico: Melanerpes formicivorus
Ubicación de la imagen: Julian, California, Estados Unidos
á: Nikon D7500 con una lente Nikon AF-S NIKKOR 200-500 mm f/5.6E ED VR a 500 mm; 1/650 de segundo a f/7.1; ISO 500
El detrás de cámara: capturé esta foto mientras caminaba por Stonewall Peak en Cuyamaca Rancho State Park. El sendero es empinado con muchas curvas que, aunque son difíciles de subir, ofrecen maravillosas oportunidades para documentar aves a la altura de los ojos. Estaba buscando una foto de un colibrí rufo macho que había estado burlándose de mí toda la mañana con breves apariciones, pero al final de la mañana, me sentí derrotada y comencé a bajar la montaña. Mi ánimo se elevó cuando escuché a dos pájaros carpinteros llamarse entre sí en un grupo de pinos muertos. Subí y bajé el sendero varias veces antes de encontrar un tronco seco lleno de las riquezas que dan nombre a los pájaros carpinteros belloteros. Pronto, apareció una hembra. Después de un tiempo, finalmente volvió la cabeza hacia mí y me brindó una excelente oportunidad para capturarla mientras realizaba su arduo trabajo.
Costumbres del ave: los carpinteros belloteros son famosos por su comportamiento de almacenamiento de alimentos, del que reciben su nombre. Viven en colonias y trabajan juntos para crear árboles “graneros”, en los que perforan numerosos agujeros y esconden una bellota en cada uno. Todos los miembros de la colonia se alimentan de las bellotas más tarde. A diferencia de muchas aves, la mayoría de los pájaros carpinteros tienen roles sexuales más o menos iguales en la mayoría de sus comportamientos. Tanto las hembras como los machos participan en la recolección y el almacenamiento de bellotas. Ambos participan en la incubación de huevos y en la alimentación de las crías, y en esta especie, un solo nido puede ser cuidado por varios adultos de ambos sexos.
Opinión de la jueza (Joanna Wu): los carpinteros belloteros son aves gregarias. Nos encantó que esta foto fuera casi completamente monocromática de manera natural, excepto por el copete brillante del ave. A diferencia de los machos, el área roja no toca el área blanca en la parte superior del pico en las hembras de pájaros carpinteros belloteros.
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Perrito
Nombre científico: Himantopus mexicanus
Ubicación de la imagen: Papudo, Valparaíso, Chile
á: Nikon Z7 II con una lente Sigma 150-600 mm f/5-6.3 DG OS HSM Contemporary a 600 mm; 1/320 de segundo a f/6.3; ISO 400
El detrás de cámara: esperé en absoluto silencio en el humedal Estero Agua Salada, con la esperanza de capturar algo especial. El sol comenzaba a ponerse, su luz dorada se reflejaba en el agua. De repente, un par de perritos irrumpieron en escena, exhibiendo un comportamiento que nunca había presenciado tan de cerca: el ritual de apareamiento. En un instante fugaz, delicado y perfectamente sincronizado, el macho se balanceaba sobre la hembra y extendía sus alas, una danza natural, tan precisa como efímera. Usé un teleobjetivo de 600 mm y me acosté en el suelo, evitando cualquier movimiento repentino que pudiera asustar a los pájaros. La captura de este momento mágico, que revela la complejidad y elegancia del comportamiento reproductivo de estas aves, me recordó por qué amo la fotografía de aves.
Costumbres del ave: con patas y picos increíblemente delgados, las aves playeras llamadas cigüeñuelas parecen casi demasiado delicadas para sobrevivir en la naturaleza. Pero sobreviven y prosperan en seis continentes. El perrito, que se encuentra desde el norte de Chile hasta Hawái y Canadá, varía en su patrón de blanco y negro, y las poblaciones más al sur muestran blanco en la corona y la parte superior de la espalda. Ambos miembros de una pareja reproductora son vigorosos en defensa de su nido, acosando a los intrusos con incesantes gritos que les han valido el nombre español de “perrito."
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): Capturar este tipo de momento de apareamiento requiere no sólo paciencia, sino también un entendimiento del ciclo reproductivo y hábitos de la especie. La escena es poderosa desde el punto de vista etológico y representa un aporte visual importante para la documentación de la biodiversidad costera de Chile.
Concurso: Chile y Colombia
Especie: Oropéndola cabecicastaña
Nombre científico: Psarocolius wagleri
Ubicación del video: Buenaventura, Valle del Cauca, Colombia
á: Sony FX 30 ILME-FX30 con una lente Sony FE 200-600 mm F5.6-6.3 G OSS (SEL200600G); 1/120 de segundo a f/8; ISO 800
El detrás de cámara: las oropéndolas cabecicastaña son increíblemente sociales y forman grandes colonias. Regresan al mismo árbol cada año para construir nidos colgantes Las hembras se encargan de recolectar fibras de hojas de palma, musgo, enredaderas y hojas secas, y tejen minuciosamente cada nido, colgándolo del extremo más delgado de las ramas. Durante semanas, filmé este comportamiento para un documental que estoy produciendo sobre la especie. Ver a las hembras jóvenes tratando de construir sus primeros nidos es mágico: su falta de práctica se nota, y a veces el resultado no es muy firme, pero cada intento es una experiencia de aprendizaje. En este clip, una hembra anuda las primeras fibras de su estructura de soporte.
Costumbres del ave: las nueve especies de oropéndolas, muy extendidas en los trópicos americanos, son miembros grandes y coloridos de la familia de los mirlos. Son más conocidas por sus nidos: bolsas colgantes, tejidas con fibras vegetales largas, suspendidas de ramas expuestas en árboles altos. Estos nidos pueden tener más de un metro de largo. En su comportamiento de construcción de nidos, pueden sugerir una versión exagerada de sus parientes más pequeños, los orioles. Pero los nidos de los orioles casi siempre están aislados, mientras que las oropéndolas se reúnen en colonias, con muchos nidos en un solo árbol o en algunos árboles adyacentes.
Opinión del juez (Martín del Río López): este video destacó el comportamiento meticuloso de un ave en su máxima expresión. Es impresionante cómo esta especie puede ser a la vez arquitecta e ingeniera, con una atención al detalle que me inspira y me asombra. El clip ofrece un buen recordatorio de la importancia de conservar esta especie.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Cárabo lapón
Nombre científico: Strix nebulosa
Ubicación del video: Washington, Estados Unidos
á: Sony Alpha 1 con una lente Sony FE 400 mm f/2.8 GM OSS; 1/250 de segundo a f/2.8
El detrás de cámara: los cárabos lapones, con sus hermosos ojos, su vuelo silencioso y su gran tamaño, siempre han sido una de mis aves favoritas. Los busqué durante dos veranos y finalmente encontré un nido en un viejo tronco. Mi principal prioridad era que se reprodujeran con éxito, así que le pedí a un guardabosques que me asesorara sobre las mejores prácticas y usé un escondite. Después de que un oso lo rompiera, disparé desde una ladera con teleobjetivos largos, siempre manteniéndome en silencio y evitando cualquier movimiento rápido. Los polluelos nacieron y su madre los protegió de la lluvia, los alimentó con presas que le traía el macho y los defendió de los depredadores. A medida que los polluelos crecían, me di cuenta de la importancia de destacar los bosques antiguos y los árboles muertos que sirven de sitios de anidación para los cárabos lapones y muchas otras especies.
Costumbres del ave: aunque ocupan una amplia zona que se extiende por el norte de América del Norte, Europa y Asia, los cárabos lapones son generalmente poco comunes en todas partes. Estos grandes cazadores de plumaje suave necesitan bosques extensos, pero no bosques continuos, ya que a menudo buscan a sus presas en prados abiertos o pantanos. En muchos lugares, su número puede verse limitado por la falta de sitios de anidación. Estos búhos prefieren los grandes árboles muertos con copas rotas, llamados “árboles secos”, o los nidos voluminosos y abandonados de halcones o cuervos en árboles altos, situaciones que se encuentran principalmente en bosques antiguos y vírgenes.
Opinión del juez (Mick Thompson): filmado en el nivel de la vista con una claridad excelente, este clip en cámara lenta ofrece una mirada íntima a una de las aves más queridas de América del Norte. Es igualmente espectacular el respeto que se muestra: el camarógrafo claramente usó una lente larga desde una distancia segura, asegurándose de que las aves permanecieran tranquilas. Es una hermosa combinación de habilidad, prácticas éticas y un comportamiento natural impresionante.
Concurso: Chile y Colombia
Especies: Gaviota garuma y Gaviota dominicana
Nombre científico: Leucophaeus modestus y Larus dominicanus
Ubicación de la imagen: Quintero, Valparaíso, Chile
á: Canon EOS 7D Mark II con una lente Canon EF 100-400 mm f/4.5-5.6L IS II USM a 400 mm; 1/2000 de segundo a f/10; ISO 640
El detrás de cámara: mi esposa y yo estábamos dando un paseo por la playa Ritoque, una playa turística que frecuentábamos en excursiones de un día cuando vivíamos en Santiago. La mañana y la tarde se mezclaron entre sí, y sin que nos diéramos cuenta, nos encontramos en un lugar solitario con muchas gaviotas. A pesar de que todo estaba tranquilo, nos sorprendieron las huellas en la arena, que revelaban una de las muchas amenazas a las que se enfrentan las más de 4000 kilómetros de costas de Chile. Desde 1998, se han prohibido los vehículos en las playas y dunas, debido a su impacto en la reproducción de las aves playeras y su papel en la aceleración de la erosión costera. Sin embargo, esta prohibición no se ha convertido en ley. La foto destaca la vulnerabilidad de un ecosistema amenazado y subraya la urgente necesidad de una legislación sólida para hacer cumplir la prohibición y garantizar una gestión integrada de las costas de Chile.
Costumbres del ave: aunque la gaviota garuma es muy común en la costa de Chile y Perú, durante muchos años nadie pudo encontrar un nido. No fue hasta la década de 1970 que se confirmó que estas gaviotas estaban eligiendo sitios de anidación en lo profundo del árido desierto de Atacama, en Chile. Desde estas colonias, las gaviotas adultas vuelan a la costa, hasta 110 kilómetros de distancia, y regresan para regurgitar pequeños peces y otras presas para sus crías. La ventaja de estos sitios remotos parece ser la casi ausencia de depredadores en uno de los desiertos más extremos del mundo.
Opinión de la jueza (Natalia Ekelund): la escena muestra con gran sensibilidad la importancia de preservar espacios naturales para especies que dependen de ellos. Es un merecido reconocimiento por capturar la esencia de la conservación.
Concurso: Estados Unidos y Canadá
Especie: Cormorán orejudo
Nombre científico: Nannopterum auritum
Ubicación de la imagen: Nueva Escocia, Canadá
á: Canon R5 Mark II con una lente EF 600 mm f/4L IS III USM y un adaptador de montura Canon EF-EOS R; 1/640 de segundo a f/5.6; ISO 2500
El detrás de cámara: visito regularmente el río Sydney para fotografiar aves acuáticas. En este día sombrío vislumbré algo que se movía junto al viejo muelle abandonado. Supuse que era un cormorán volando desde el agua, ya que el muelle es un lugar de descanso favorito. Cuando noté el movimiento nuevamente, me acerqué a investigar y me molestó mucho encontrar este cormorán muerto colgando del muelle, balanceándose suavemente con el viento. Me di cuenta de que el pájaro se había enredado en un aparejo de pesca desechado incorrectamente que se convirtió en una soga cuando se enganchó en un clavo. Mientras observaba la escena, mi tristeza se convirtió en ira y decidí tomar algunas fotografías. Me metí en el agua hasta que me cubría la cintura para obtener el ángulo correcto.
Costumbres del ave: la especie de cormorán más extendida en América del Norte, el cormorán orejudo es común en lagos interiores y aguas costeras, y se reproduce en colonias que pueden contener cientos de nidos. Se alimenta sumergiéndose y nadando bajo el agua, generalmente no muy lejos de la superficie en aguas poco profundas, impulsándose con sus grandes patas palmeadas. Como se alimenta casi en su totalidad de peces, puede provocar la ira de los pescadores, que lo consideran una competencia. Con frecuencia, al igual que otras aves buceadoras, cae presa de las redes o líneas de pesca que los pescadores desechan justo debajo de la superficie.
Opinión del juez (Daniel Dietrich): las imágenes de conservación generan diferentes sensaciones. Algunas son más difíciles de ver que otras. Esta imagen es una hábil combinación de conocimiento técnico, reconocimiento de oportunidades y un mensajes poderoso. Nos muestra a todos que podemos hacer más en nuestros esfuerzos por proteger el mundo natural.